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10 de mayo de 2013

El Papa Francisco en el mes de María


¡Sean misioneros de la ternura de Dios!”:
El Papa invita a los cristianos este mes de mayo a que sea un mes mariano y un mes misionero; un mes lleno de la presencia materna de María que siempre avanzó en su vida impulsada por la fe en su Hijo y por eso su vida es fecunda para todos los discípulos de Cristo y la Iglesia. Unidos a nuestra Madre María llegaremos a ser los misioneros que el Papa quiere para que la Iglesia evangelice en estos tiempos: misioneros de la ternura, la misericordia y el amor de Dios… como María.

El Papa Francisco nada más salir para ser presentado invitó a rezar a la Virgen María e hizo este anuncio: “Mañana quisiera ir a rezar a la Virgen, para que proteja a toda Roma”. Efectivamente al día siguiente a primera hora fue a depositar flores a los pies de la Virgen María en la principal basílica de Roma en honor a la Madre de Cristo. Hacía así manifiesto que la devoción que ha tenido siempre a la Virgen María como sacerdote y obispo, es la que quería continuar manteniendo como Obispo de Roma. Y, como no podía ser de otra manera, de una manera especial en el mes de María. En su cuenta de twitter también el Papa ha invitado a vivir intensamente el mes de María; el 3 de mayo decía: “Sería hermoso, en este mes de mayo, recitar juntos, en familia, el Santo Rosario. La oración fortalece la vida familiar”. Al día siguiente publicaba la siguiente invitación a la oración: “Pidamos a la Virgen María que nos enseñe a afrontar con fe las actividades de cada día, abriendo cada vez más nuestra vida al Señor”.

En la visita –esta vez ya oficial- a la misma Basílica de Santa María la Mayor -donde se la invoca como “Salus Populi Romani”- del 4 de mayo decía: “María es madre y una madre se preocupa sobre todo por la salud de sus hijos, sabe cuidarla siempre con amor grande y tierno. La Virgen custodia nuestra salud. ¿Qué quiere decir esto? Pienso sobre todo en tres aspectos: nos ayuda a crecer, a afrontar la vida, a ser libres”; terminaba con este meditación: “La Salus Populi Romani es la mamá que nos dona la salud en el crecimiento, para afrontar y superar los problemas, en hacernos libres para las opciones definitivas; la mamá que nos enseña a ser fecundos, a estar abiertos a la vida y a ser cada vez más fecundos en el bien, en la alegría, en la esperanza, a no perder jamás la esperanza, a donar vida a los demás, vida física y espiritual”. El Papa expresa de esta manera su convencimiento que es la maternidad de María la que da la fecundidad a la Iglesia e invita a los cristianos a participar de esa fecundidad, dando la vida como Ella, llevándoles el anuncio del Evangelio con palabras y obras.

Para la misión, el cristiano tiene el modelo de María, de su peregrinar por este mundo siguiendo los pasos de Jesús. Son las palabras que el Papa pronunció antes del rezo del Regina coeli del domingo: “En este momento de profunda comunión en Cristo, sentimos viva en medio de nosotros la presencia espiritual de la Virgen María. […] Invito a meditar el último capítulo de la Constitución del Concilio Vaticano II sobre la Iglesiala Lumen Gentium que habla justamente de María en el misterio de Cristo y de la Iglesia. Allí se dice que María «avanzó en la peregrinación de la fe» (n. 58). Queridos amigos, en el Año de la fe les dejo este icono de María peregrina, que sigue al Hijo Jesús y nos precede a todos nosotros en el camino de la fe”. A estas palabras siguieron estos más tarde estos dos tweets, que aunque no hacen referencia explícita a María, es evidente que se refieren a Ella: “Cada cristiano es misionero en la medida que da testimonio del amor de Dios. ¡Sean misioneros de la ternura de Dios!”, y: “Pidamos al Señor que toda nuestra vida cristiana sea un testimonio luminoso de su misericordia y su amor”.