Con motivo de la próxima beatificación de Pauline Jaricot (1799-1862), aprobada por el Papa Francisco el pasado mayo, las Obras Misionales Pontificias de Francia han creado una página web dedicada a esta mujer extraordinaria, verdadera misionera de la catolicidad. La página web recoge precisamente la increíble riqueza de la vida y dinamismo de esta mujer, “la mujer del Domund”, que creó con sólo 23 años la Obra de la Propagación de la Fe. Con esta obra, aquella joven francesa no quería ayudar a un misionero o a una misión en concreto, sino abrazar a todos en la universalidad – o catolicidad – de las donaciones y de los destinos de dichas donaciones.
Pauline no sintió la vocación a la vida consagrada, en una época en la que, quienes deseaban dedicar su vida “a las cosas de Dios” parecía que debían seguir necesariamente el camino de la consagración religiosa. Fue en la cuaresma de 1816 cuando sufrió una transformación interior que cambiaría su vida. Hija de una familia de la alta burguesía industrial de Lyon, decidió vestirse como las obreras de la ciudad, por solidaridad con su austeridad y pobreza. Decide igualmente, en un abandono total en Cristo, dedicarse a las misiones, informando de las necesidades de los misioneros y buscando su sostenimiento. Creó grupos de mujeres, la mayoría trabajadoras textiles, mujeres dispuestas a rezar por las misiones y a entregar una parte de su paga para ayudar a sus necesidades. La asociación se fue extendiendo entre gente humilde por toda Francia y así fue como, en 1822 nació oficialmente la Obra de la Propagación de la Fe, que pronto alcanzaría a otros países. El impulso del Papa León XIII contribuyó de manera especial a su difusión universal. En 1922 Pío XI le concedió el título de Pontificia y, en España, es más conocida como Domund, en referencia al Domingo Mundial dedicado a las misiones que la Iglesia instituyó gracias a ella.
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