Inauguración del Mes Misionero Extraordinario en la Diócesis de Getafe

Este Domingo 6 de Octubre, se inauguró el Mes Misionero Extraordinario (MME), en la Diócesis de Getafe, con una Eucaristía en la Parroquia de S. Francisco Javier de Pinto, presidida por el Obispo D. Ginés García Beltrán.

Asistieron a la celebración, el Delegado de Misiones D. Juan José Alonso Somalo, D. Jesús Manuel Úbeda Moreno, Vicario de Evangelización y Transmisión de la Fe, D. Pedro Manuel Merino Quesada, Delegado de Liturgia y párroco de la Iglesia anfitriona y concelebró también el Misionero en Mozambique, D. Antonio Mª. Soler Areta.

En una celebración muy sencilla y con el aforo casi lleno, el Obispo se refirió en su homilía a la carta apostólica "Maximud Illud" escrita hace cien años por el Papa Benedicto XV y por la que el Papa Francisco ha convocado este MME, "es la oportunidad de tocar nuestra conciencia para alentar el ardor misionero que es tan necesario y forma parte de la vida cristiana y por tanto de la vida de la Iglesia" nos dijo. Recordó que esta carta fue escrita a finales de la I Guerra Mundial que había enfrentado a muchos países y que dejó como consecuencia millones de muertos y sobre todo a una Europa dividida. Personas que nacieron con falta de identidad, con odio y donde el Papa hizo una propuesta en esta carta, siendo muy apropiada hoy; la catolicidad de la Iglesia es la respuesta frente a la división y frente al odio. Es la contestación a lo que ha destruido el hombre y la sociedad.
Y continuo diciendo que el Papa nos invita a renovar también ese ser misionero. Todos por el Bautismo y por la gracia que hemos recibido, somos misioneros. "Nosotros no tenemos una misión, somos una Misión". Ninguno hemos pedido nacer, ni estar en la Tierra y sin embargo estamos porque la Vida es un Don y el Señor nos ha traído para que seamos Misión y para vivir y anunciar esa vida de Cristo Jesús a los demás. Pedir más Fe para transformar la mi vida y la de los hombres. Reavivarla y sin cobardías, porque no tenemos un Espíritu cobarde, si no de fortaleza, de amor y de mansedumbre y como diría el Papa "ser una Iglesia en salida" que no que se mire a sí misma viendo los defectos que tiene y muchos pero que son los que tenemos todos. Jesucristo es lo mejor y el mundo aunque no lo conozca lo necesita. 

Y terminó su homilía diciendo que cada uno de nosotros diga YO SOY UN MISIONERO; aquí, en tierras lejanas o siéndolo con el que vive en la puerta de al lado que no conoce al Señor. No hay que quedarse con los brazos cruzados sabiendo que si Jesús cambia nuestra vida, también cambiará a los demás. La Evangelización es un acto de Amor y si es lo mejor, no se debe de acallar. "Juan Pablo II decía que la Fe se fortalece cuando se gasta" y si se guarda entonces la Fe y el Amor se corrompen. Por el contrario, si se da, crece y no se agota.

Animó a la Delegación de Misiones a difundir este Mes Misionero a todos los rincones de la Diócesis, enviando el espíritu que el Papa nos pide vivir en Misión constante. Ayudará también el Plan de Evangelización a vivir esa Misión actualizada y la Virgen como Misionera por excelencia que nos transmite cada día a Jesús y nos acompaña a todos fortaleciéndonos, iluminándonos y consolándonos en nuestro caminar.

Las GAM (Grupo de Animación Misionera) de Parla asistieron a la Misa y participaron en las lecturas de las moniciones y el Coro de la parroquia, acompañó en toda la Eucaristía.

                                                                             DELEGACIÓN DE MISIONES DE GETAFE
                                                                                          Mes Misionero Extraordinario