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2 de junio de 2023

XXVII FESTIVAL DE LA CANCION MISIONERA 2023




 El sábado día 10 de junio vuelve a celebrarse otro Festival de la Canción Misionera. En este caso será su XXVII edición.

Desde el Covid, no se ha vuelto a escuchar ni una sola nota en este evento, que está unido con la Jornada de Infancia Misionera. Todos estos años ha sido imposible que se reunieran los niños, por prudencia a los contagios.

Una vez puestas las vacunas, no hay ya razones para no festejar nuestra Canción Misionera. 

Los niños vuelven a lucir sus voces y los instrumentos a hacer sonar su lenguaje. Es el idioma de evangelizar con la música nuestra Fe y eso es lo que se busca en este Festival.

Os esperamos a todos en la parroquia de S. Juan de Dios en Getafe a las 16:00 h el día 10 de junio.

¡¡¡SUEÑA A LO GRANDE!!!

30 de mayo de 2023

Jornada de formación “Misión: el camino de la sinodalidad”

El 16 de septiembre tendrá lugar esta jornada promovida por la Cátedra de Misionología de la Facultad de Teología de la Universidad San Dámaso (UESD), una oportunidad para formarse en la misión y que este año, debido a la JMJ y otras citas misioneras, suple al tradicional curso de verano que suele organizar la Cátedra.

La cita tendrá lugar en la Residencia Nebrija, en c/ Asura 90, Madrid, y comenzará a las 10:00h con la acogida, seguida por la oración y la presentación de la jornada. La primera conferencia será “El destino de la misión: reunir y abrazar a los dispersos en la unidad del Misterio Pascual”, a cargo del profesor de la Facultad de Teología de San Dámaso, Ángel Castaño Félix. La segunda ponencia, de Roberto Calvo Pérez, profesor de la Facultad de Teología del Norte, Burgos, será “Edificar una Iglesia en misión desde la sinodalidad”.

Tras la comida tendrá lugar una mesa redonda con el título “Experiencias misioneras de sinodalidad”, en la que Manuel Cuervo Godoy y Cecilia Rey Garbayo, de la Delegación diocesana de Misiones de Madrid, hablarán sobre la experiencia de sinodalidad que vivieron en la misión; Rosa Ortega Esteban, FMVD, del Servicio Conjunto de Animación Misionera, el conocido SCAM; y Luis Manuel Romero Sánchez, del Servicio de pastoral vocacional de la CEE. La jornada concluirá con informaciones sobre la actividad de la Cátedra y el rezo de vísperas.

Aquí el enlace para la inscripción en la secretaría de la UESD. Plazo de inscripción hasta el 13 de septiembre de 2023. Se puede solicitar más información enviando un correo electrónico a decanato.teologia@sandamaso.es.

La Cátedra de Misionología de San Dámaso se creó el 27 de marzo de 2007 con la finalidad de impulsar la investigación, formación y docencia acerca de las cuestiones que afectan a la actividad misionera de la Iglesia, teniendo en cuenta los nuevos problemas teológicos, culturales y sociales surgidos en los diversos campos de la evangelización. Organiza diversos cursos y durante estos años han promovido la celebración de cursos de verano destinados a las personas que, por tiempo y lugar, no podían asistir a la formación misionológica. Son precisamente estas personas los destinatarios de esta Jornada de Formación.

10 de mayo de 2023

San Damián de Molokai: un misionero entre leprosos

 

Tal vez hayas oído hablar de las islas Hawái por sus maravillosas playas. Pero entre esas islas hay una, la de Molokái, que no es tan hermosa como las vecinas. Sus pobladores la llamaban “la tierra de los precipicios”, porque las convulsiones de sus volcanes la habían dejado llena de cráteres. En el siglo XIX, el gobierno abandonaba allí a los enfermos de lepra sin ofrecerles ningún tipo de cuidado.

La lepra fue durante mucho tiempo la más terrible enfermedad. En el Evangelio se habla en varias ocasiones de los leprosos; también en la época de Jesús estos enfermos eran tratados como “apestados”, y nadie quería acercarse a ellos por miedo al contagio. Nadie, salvo Jesús, claro, que en más de una ocasión los curó milagrosamente. El padre Damián, que fue un fiel seguidor de Jesús, le imitó sobre todo en ese amor a los leprosos.

Damián, el “grandote Jef”, como le llamaba cariñosamente su familia, llegó a Hawái en 1864. Acabó en Molokai porque allí hacía falta un sacerdote que se atreviera a vivir entre los leprosos. Eran personas tan importantes como las demás y necesitaban ser queridas, igual que nos pasa a todos. Los superiores de su congregación no se atrevían a enviar allí a ningún misionero, porque eso significaba que, el que fuera, podría acabar siendo leproso también, ya que la lepra era todavía una enfermedad muy contagiosa y prácticamente incurable. Sin embargo, el padre Damián que tenía un corazón más grande que cualquier miedo se ofreció para ir voluntariamente.

Cuando el misionero llegó a esa isla, los leprosos llevaban 10 años sin ver a un sacerdote y vivían como salvajes. Al entrar en Molokai había un cartel que ponía “Aole kanawai reia vahi” (“en este lugar no existe la ley”). Había tanto trabajo que el padre Damián tuvo que hacer de todo: fue médico, constructor, padre…, lo que hiciera falta por sus queridos leprosos. Les construyó casitas, les animó a cultivar patatas, edificó pequeñas iglesias donde reunirse a rezar, mejoró el hospital, creó dos hogares para niños y niñas abandonados… Incluso fue él quien construyó el cementerio para enterrar dignamente a los enfermos que iban muriendo.

La isla, que en otro tiempo había sido tan fea, se iba convirtiendo -gracias al padre Damián- en un sitio agradable, mientras a él le pasó justo lo contrario. Era difícil imaginar que hubiera medido 1,72 metros y pesado 92 kilos, que hubiera tenido un pelo negro y abundante y una voz clara y potente, que hubiera sido un buen jinete y escalador…, porque la enfermedad lo fue desfigurando progresivamente. Pero él, lejos de entristecerse, consideraba la lepra una condecoración mayor que la que recibió del rey de Hawái, cuando le nombró caballero comendador de la Orden Real de Kalaupapa.

Todas las dificultades que atravesó por los leprosos eran para él muy llevadores, porque los quería mucho. ¿Sabes qué fue lo que más le costó en los años que estuvo aislado en Molokái? No tener un sacerdote cerca para poder confesarse con frecuencia. Así son los santos.

28 de abril de 2023

Vocaciones Nativas, Testimonio del P. Claude Pascal Degri, párroco de Ntra. Sra. de Fátima de Getafe


 El párroco de Ntra. Sra. de Fátima, el sacerdote Claude Pascal Degri, nació en Treichville de Abidian en Costa de Marfil (África) el 18 de abril de 1981.

Sus padres de religión católica tuvieron seis hijos; tres chicos y tres chicas.

El P. Pascal, fue ordenado en Grand-Bassan -Costa de Marfil el 6 de abril de 2008. Le enviaron a España para estudiar su licenciatura de Teología a Burgos hasta 2016 que le destinaron a S. Pio V en Leganés. Después en 2022 le enviaron a la parroquia de Fátima del barrio La Alhóndiga de Getafe, donde ejerce su cargo pastoral de párroco. 

TESTIMONIO

Llamada a su Vocación

"La llamada del servicio del Señor, a mí se me ha ido entendiendo que era el Señor por el camino del Seminario. Que al principio era un deseo de hacerme monaguillo de pequeño y justamente el día de las Vocaciones del Buen Pastor, llegó a la parroquia el Rector del Seminario Menor de mi Diócesis y el hombre hablaba con tal energía. Él llevaba un aparato , un audífono y tenía una fuerza en el hablar y en el movimiento y nos gustó a todos los pequeños monaguillos que estábamos allí. Justo al salir de la Sacristía nos preguntó "Queréis ser sacerdotes también y todos contestamos que sí "que vamos a ser sacerdotes como éste". Y luego caminando con el grupo de monaguillos, nos daban charlas, nos daban enseñanzas, cursillos, sobre el sacerdocio, la vocación y todo ésto. Y un día decidimos ir al encuentro del grupo que se llamaba Grupo Vocacional de la Parroquia para ver lo que nos ofrecían y ahí nos contaron claramente lo que era el grupo y el camino para entrar en el Seminario. Y nos dirigieron hacia el párroco que nos tenían que dar los requisitos para entrar en el Seminario Menor. Seminario Menor que significa antes de ingresar en el secundario.

Entonces al terminar la primaria había que pasar un examen y antes de pasar ese examen tienes que decir donde quieres que te orienten, en qué colegio y nosotros todos dijimos Seminario Menor de nuestra Diócesis. Pero al final, cuando salieron las orientaciones, sólo a mí me habían mandado allí, al Seminario Menor.

Bueno con esa edad no entiendes claramente lo que pasa, pero fue con el tiempo va avanzando con la ayuda de directores espirituales en el seminario, con la ayuda de los formadores que entiendes que lo que has recibido no es una cosa del azar, era una LLAMADA DE DIOS que a lo mejor desde el principio no has tenido el discernimiento de la cosa, pero después de tanto tiempo de formación, entiendes que es la LLAMADA DE DIOS.

Pero esta llamada se concreta cada vez que se presentan acontecimientos en tu vida y yo lo he experimentado cada vez que tenía que pasar de una etapa a otra. Por ejemplo, para salir de la ESO, para entrar en el Bachillerato, había que decidir. Hacer una solicitud y todo eso. Ahí muchos de mis compañeros de curso se negaron a hacer la solicitud y nosotros la hicimos, eramos tres y la hicimos. De quince para ingresar en el Seminario, en el Bachillerato, pero estar en el Seminario Menor y también del Bachillerato al Seminario Mayor. También allí, de 25, sólo hicimos la solicitud cinco y había que pasar un examen para ingresar en el Seminario Menor. A parte del Bachillerato que tenías que sacar sí o sí. Entonces con todas estas dificultades, la gente se iba desanimando, pero al final entiendes que estas pruebas que tienes en el camino, era para comprobar la efectividad de la llamada de Dios porque el que ha sido llamado por Dios, siempre anda en la perseverancia".

Entonces desde el Seminario Mayor cuando ingresamos en el Seminario, ahí la cosa se hacía más concreta pero más difícil porque en el Seminario Mayor ya has pasado la edad de mayoría, ya te empiezan a surgir intenciones, voluntades: voy a buscar trabajo, voy a salir del Seminario.....todo eso, pero siempre cuando surgen estos pensamientos, a la hora, al día, a la semana siguiente, siempre te recolocas en tu ideario, en la Vocación que has elegido: QUE SÍ QUE QUIERO SER SACERDOTE, PONERME AL SERVICIO DEL SEÑOR.

Y con la edad, vas entendiendo mejor lo que és ser Sacerdote y con tus capacidades notas que sí que puedo. Entonces poco a poco, en el Seminario Mayor hemos ido caminando hasta el último día que es la Ordenación.

Cuando miras todo este recorrido, desde la edad de 11 años, hasta ser Sacerdote con 26, 27, te das cuenta que no es un tiempo perdido porque una Vocación que no ha sido claramente identificada desde el comienzo, una Vocación que no ha pasado por el filtro de estas pruebas que nos pusieron en el camino, que no te digo cuantas nos han puesto, te das cuenta que solo con la voluntad tuya pero con la ayuda de Dios, has podido llegar a ser MINISTRO SUYO, entonces al final lo único  que puedes hacer es agradecer a Dios por su elección. Por ese discernimiento también y cada vez que va avanzando, ahora yo acabo de cumplir 15 años de sacerdocio y los años que he cumplido en este Ministerio, han sido siempre una alegría desde las dificultades del trabajo pastoral, hasta los mejores, siempre ha sido una ALEGRÍA SERVIR AL SEÑOR EN ESTE TRABAJO SACERDOTAL.

FAMILIA

Suerte de nacer en una familia cristiana católica, practicante y todos, yo como mis hermanos, siempre desde pequeño, nos apuntaron en Colegio Católicos nuestros padres. 

Y es verdad, que eran gastos en los Colegios Católicos que son privados totalmente, pero nuestros padres, nuestra educación católica no tenía dificultades porque siempre Dios les ayudaba para sacar adelante la educación escolar y religiosa de sus hijos. Así que todos mis hermanos y yo hemos ido a Colegios Católicos y era para nuestros padres una alegría que nosotros pudiéramos seguir este camino cristiano.

LENGUA

Una prueba muy difícil y es que a mí me han gustado las lenguas, los idiomas en el Colegio, en el Seminario me dedicaba a aprender inglés, español y todo ...pero cuando me mandaron aquí, con la ilusión de volver a practicar el español, pensaba aprender y haber aprendido, me daba cuenta que lo que sabes de allí, no es nada, ni siquiera lo básico.

Pero el amor al idioma, de ponernos en la Obra, practicar, aprender y todo eso. Pero ha sido muy difícil desde el comienzo porque yo cuando llegué aquí empecé en Burgos, en la Facultad de Teología de Burgos y justo sin hacer ninguna clase de español, tuve que empezar la Teología, la Licenciatura. 

Y el primer día de clase, cuatro horas con el mismo profesor, un hombre mayor que nos daba clase de Sta. Teresita. Bueno, un momento para reflexionar: me quedo o me voy; vas a poder o no, porque 4 horas no has podido, ni tomar nota siquiera, ni media página. Ésto te da una fuerza, me quedo o me voy. Si me quedo me tengo que poner al trabajo...y es lo que hemos hecho.

Durante los tres primeros meses, no hemos podido tener clase de español, hemos asistido a las clases de Teología, sin tener lo básico. Era salir de clase y ponerse con el dictáfono y el diccionario para entender la clase. Era un trabajo, voy a decir triple, cuádruple, pero con todo el esfuerzo hemos podido

Y  fui después de un trimestre o cinco meses así, no me acuerdo bien, que un profesor se ofreció para darnos clase de español y nos apuntamos a Instituto, Academias... para hacernos con lo que se necesitaba para mejorar un poco el español. 

Después de dos años, me quedé aquí en la Diócesis de Getafe y la experiencia también ha sido la misma porque dos años sin Misión Pastoral, sin trabajo en una Parroquia, Bueno después de dos años tan difíciles con el Yuma (diccionario), pero llegar aquí y tienes que empezar. 


Es una labor que es pastoral, ahora es un contacto con toda la gente y todo eso, no ese encerramiento en un colegio donde todos son alumnos, pero aquí es contacto con la gente. Ahí viene la segunda decepción; pero yo ¿qué he aprendido en estos dos años....sólo sé Celebrar la Misa y nada más y el contacto con la gente y todo eso? Pero con la ayuda de la gente buena, yo estuve en la Parroquia S. Pío V, que por cierto acaba de cumplir 50 años el párroco, con todo ésto, hemos podido sacar adelante las cosas hasta llegar aquí en Fátima como párroco.

VOCACIONES NATIVAS 2023

25 de abril de 2023

Infancia Misionera: sacramentos y misión de los niños




Hace 180 años que se fundó la Obra de la Santa Infancia, hoy Obra Pontificia de la Infancia Misionera, una iniciativa que dio el protagonismo a los más pequeños, que podían ser ellos también misioneros en su ambiente, y se convirtió en la primera institución de ayuda a la Infancia del mundo. Con motivo de este 180º aniversario se están sucediendo diversos actos a nivel internacional.


Así del 2 al 5 de mayo tendrá lugar, organizado desde Roma por esta Obra Pontificia, un encuentro virtual en varios idiomas que tiene como tema: “Los sacramentos de la iniciación cristiana y la misión de los niños”. El 2 de mayo por la mañana, será en italiano de 9:30h a 11:30h (hora de Roma). Por la tarde, de 16:00h a 18:00h (hora de Roma), en español y portugués. El 4 de mayo, de 9:00h a 11:00h (hora de Mali), será en francés y, el 5 de mayo, de 14:30h a 16:30h (hora de la India), en inglés.


Fue hace 180 años cuando un obispo francés y misionero en América, monseñor Charles de Forbin-Janson, tras un encuentro con Pauline Jaricot, la fundadora de la Obra Pontificia de la Propagación de la Fe, el Domund, puso en marcha la Obra de la Santa Infancia. Comprometía a los niños de Francia con la misión y con la situación de otros niños en el mundo, a través de la oración y la colaboración material. “Un avemaría al día, una moneda al mes”, ese era el compromiso básico, al que se sumaba una espiritualidad muy unida a la Santa Infancia, de ahí el nombre, del Niño Jesús. Así nació la Obra de la Infancia Misionera, un 19 de mayo de 1843.

13 de abril de 2023

¡Vuelve el Encuentro Misionero de Jóvenes!

Con el lema “Carismas misioneros” del 21 al 23 de abril tendrá lugar en el Real Centro Universitario María Cristina de El Escorial, el XIX Encuentro Misionero de Jóvenes, al que están invitados todos aquellos que sientan la inquietud misionera y tengan la misión en el corazón o hayan participado en experiencias temporales en la misión.



Este evento misionero para jóvenes se centrará en los diversos modos y caminos de la cooperación misionera. Son los carismas misioneros, en especial los carismas de la misión ad gentes, cauces a la participación de los jóvenes en la misión universal de la Iglesia. La idea de este encuentro surge de la celebración el año pasado de los centenarios de las Obras Misionales Pontificias, que llevó a una toma de conciencia de la importancia de los distintos carismas misioneros dentro de la Iglesia. De ahí, el objetivo que anima este encuentro, que no es otro que fomentar el espíritu, la conciencia y la cooperación sea espiritual, material o personal de los bautizados, especialmente de los jóvenes. En este encuentro se quiere constatar, una vez más, cómo los jóvenes ya participan de una manera activa y comprometida en la misión de la Iglesia, a la vez que se busca fomentar y apoyar su actual compromiso misionero y dar a conocer nuevas maneras de cooperar con la misión.

El encuentro comenzará el viernes 21 de abril después de la cena, con la acogida. El sábado 22 por la mañana se dedicará a una dinámica para conocer diferentes carismas misioneros, seguida de la adoración eucarística. Por la tarde habrá una mesa redonda de testimonios misioneros que muestren la experiencia concreta de algunos carismas misioneros, se conocerá la labor de coordinación de estos carismas que realiza el Servicio Conjunto de Animación Misionera (SCAM) y terminará con el rezo del rosario misionero. Por la noche se ofrecerá a quienes quieran participar un “fuego de campamento” en el que compartir experiencias misioneras, música y amistad. El domingo 23 por la mañana estará dedicado a conocer a fondo la nueva plataforma digital misionera para jóvenes Supergesto y a ponerla a disposición de los jóvenes para la difusión de sus experiencias, carismas, grupos, etc. El programa del encuentro se puede ver aquí.

Pueden participar en este encuentro jóvenes menores de 35 años interesados en la actividad misionera de la Iglesia y grupos de jóvenes que participan en experiencias misioneras temporales. Para inscribirse la Conferencia Episcopal Española ha habilitado este enlace.

4 de abril de 2023

Carta del P. Paul Schneider, Misionero en Lagarba, Etiopía


Queridos amigos. 

Siempre rezo por vosotros, por vuestras intenciones, vuestra salud, vuestras familias. Espero que estéis bien, guardo en la memoria la relación con cada uno de vosotros, como el que guarda gemas preciosas en un cofre. La amistad, el amor, vuestras casas, vuestros hijos, los consejos, la presencia, el servicio, la comprensión. Es admirable cómo funciona nuestra memoria, que en la distancia y en la ausencia uno valora tanto los gestos de amor que ha dado y recibido, los detalles que tejen la vida, todo lo vivido.
Todos sentimos el deseo de ser mejores, de hacer felices a los demás, de olvidarnos de nosotros mismos, de vivir para una gran pasión. Queremos pasar página y empezar de nuevo, enterrar todos nuestros males: egoísmos, manías, inseguridades. Esto le sucede a toda persona en cualquier sitio, en Lagarba, en Madrid o en Chicago. Ahora bien, os diré que envidio a la gente de Lagarba por su sencillez. A la gente con la que vivo no parece preocuparles mucho el pasado ni el futuro, y en gran medida aceptan la vida como es.

Dios ha hecho el sol y el firmamento, ha provisto a la naturaleza de una belleza y vitalidad cuya sola observación puede levantarnos de nuestras tristezas. Los que nos hemos criado en las ciudades sabemos que nos falta algo, pues nuestro contacto con el sol, el viento, la agricultura y los animales, y la vista de montañas, valles y ríos han sido muy ocasionales. Nos hemos pasado la vida bajo techo, en aulas, oficinas, y transportes. Para protegernos de la intemperie, de la inclemencia del tiempo, nos hemos privado de las experiencias que tuvieron nuestros antepasados, la mayoría de los cuales vivieron en el campo, en pueblos pequeños, dedicados a la agricultura y la ganadería. Apenas hemos tenido esa experiencia de riesgo, de emoción, de vulnerabilidad y fragilidad, de la importancia del hogar, de la familia y de la religión, la dependencia de la tierra, de la lluvia y de las cosechas, y de los remedios tradicionales para la salud. Tampoco hemos sentido el terror que inspiraban las fieras salvajes, las tinieblas y las tormentas, ni el gozo de las fiestas y la alegría de la pequeña comunidad.

Los dos que están en la foto son Asnake y su padre Fikere. De Fikere ya os hablé algo en el mensaje del pasado agosto: dejó una vida de alcohol y soledad cuando le propuse venir a vivir a la misión. Su salud ha mejorado mucho, y hace una labor estupenda como pastor de nuestras cabras. Tenemos dos machos y nueve hembras, varias de las cuales están preñadas. Cuida de ellas como un padre: todos los días, hacia la una de la tarde, saca las cabras a apacentar, y vuelve sobre las cinco y las mete en el establo. Por las mañanas limpia el establo y amontona fuera el estiércol, que servirá como excelente abono para el cafetal y las papayas. Ahora hemos adquirido una burra, que también está preñada, y nos ayudará con algunas cargas de grano, de la misión al molino, y vuelta a la misión. Para proteger a la burra y a las cabras de las hienas son indispensables los perros, que alertan por la noche y ladran como locos cuando se acercan hienas. De no haber establo y los dos perros que tenemos, las hienas devorarían a las cabras o a la burra en cuestión de minutos. Una hiena hambrienta puede devorar de una vez dos cabras fácilmente. Y suelen actuar de noche, cuando los humanos dormimos.

Fikere, además, toca la campana de la misión tres veces al día, y se oye en todo el valle: al amanecer, al mediodía y al atardecer. Así todos los que lo oyen levantan el pensamiento hacia Dios, lo mismo que los musulmanes llaman a la oración por los altavoces de sus pequeñas mezquitas rurales. Por propia devoción, Fikere viene a Misa por las mañanas, y por la tarde se sienta en un banco del soportal con su rosario en mano, y se pasa un rato en silencio, él solo. Aunque yo soy cura, y me sé toda mi teología, no puedo menos que admirar la fe sencilla de los campesinos, y ellos me recuerdan mi profunda vocación a ser padre en la fe. Aquí la fe, la relación con Dios, es algo previo a mí, y yo estoy llamado a custodiarlo y favorecerlo. Pasan los años y me doy cuenta que nadie es recordado por los proyectos o carreteras que hizo. Todos sin embargo recuerdan si fueron amados y la vida nueva que trajo la semilla de la fe. Cuando era joven, leí y quedé tocado por el testimonio de conversión de la atea rusa Tatiana Goricheva, y ahora la entiendo mejor. Ella encontró en la fe sencilla de los campesinos la respuesta al vacío del corazón y la angustia existencial.

Me alegro por el hijo de Fikere, Asnake, que ya está hecho un hombre, y que ahora ve a su padre tan bien cuidado y ocupado con nosotros en la misión. Aunque aún no está casado, Asnake ya se encarga de arar y cultivar el pequeño terreno de su padre, y encima este año ha arrendado por su cuenta otras tierras, lo cual es un buen signo de madurez, de diferir la gratificación, porque en las labores del campo al principio todo es desembolso, preparación, gastos, trabajo y sudor, y los frutos tan deseados llegan después de cinco, seis u ocho meses, dependiendo del cultivo. El sorgo es lo que más tarda, no sólo por el tiempo que le lleva crecer y dar fruto, sino también porque una vez cortado el tallo, tiene que secarse para que todos los granos salgan de las vainas en la trilla, que se hace vareando con fuerza sobre una lona, y luego se aventa la parva. Al final, desde las primeras veces que se pasa el arado por la tierra para prepararla para la siembra, hasta que se vende el grano en el mercado, pasando la siega y la trilla, pasan unos diez meses. Los jóvenes como Asnake son un buen ejemplo para muchos otros. Los hay que sólo piensan en divertirse, y los hay también que honran a sus mayores, que se entregan al trabajo, que se llevan bien con todos. Los mayores tenemos la gran tarea de bendecir y alentar a la generación emergente que son los jóvenes.

Hay una mujer, una madre joven, por la que os pido oraciones. Se llama Almaz Ayele, y está enferma. Ya van dos veces que la he llevado a ella junto con otros enfermos al centro de salud de la ciudad de Asebe Teferi, y le han hecho pruebas de laboratorio y de escáner, y le han recetado algunas medicinas, y se ha recuperado, pero tantas veces ha vuelto a recaer. Hace un par de semanas nos asustó su estado, porque deliraba y parecía estar en agonía, no se sabe lo que tiene. En esa ocasión le di la unción de enfermos y le pedí a un par de vecinas que estaban peleadas con ella que vinieran y se reconciliaran, por si se iba, y así lo hicieron. Ha salido del bache, pero sigue endeble. Ella y su marido Fikadu tienen cuatro pequeños, son una familia piadosa y tienen buen corazón. Fikadu es muy trabajador, y lleva dos años tirando de la familia, con la pena de ver así a su mujer. En la zona donde viven, en Gobenti, hay una capilla dedicada a Santa Teresita del niño Jesús y, como son muy devotos, a la primera hija la llamaron Tireza, la niña tiene ahora unos doce años.

Dice un buen amigo mío que hay una profunda relación entre la Eucaristía, la Virgen María, y las gentes del mundo rural. Es curioso que las apariciones de Nuestra Señora en los últimos siglos casi siempre han sido a niños o jóvenes que eran pastores o labradores en aldeas pequeñas. El sentido del pan de cada día y de la necesidad de una madre lo tenían muy presente estas almas pequeñas. Eran analfabeltos, y sin embargo tenían otras cualidades muy importantes, como la sencillez y la humildad. Mi gente de Lagarba es así. Y tampoco son nada ñoños, al contrario, son divertidos y avispados, pero tienen ese sentido antiguo del respeto, de reverencia para las cosas nobles.

Una gran noticia es que por fin hemos hecho una casa, con su caseta adyacente como cocina, en el barrio de Bilalu, en el terreno de la capilla de San Antonio. Allí van a vivir Gezahagn Mengistu y su esposa Biti Yosef, y sus cuatro hijos pequeños. Gezahagn tiene unos 28 años, y de chaval estudió en el seminario menor de Asebeteferi, por lo que sabe leer y escribir en amhárico y en oromo, y tiene una buena formación para ser catequista en esa zona que está a dos horas de camino de mi misión. Esta capilla es una extensión de mi parroquia de san Francisco, por lo que, detrás del obispo yo soy el último responsable de la misma. En Bilalu sólo hay cuatro familias católicas, y todos ancianos, pues sus hijos se han ido haciendo musulmanes al casarse, o han emigrado en la ciudad. Sólo hay una familia joven, la de Desalgn Feleke, pero con Gezahagn ya serán dos. Además, hemos comprado dos terrenos contiguos a la capilla, de nuestro vecino Mohammed Nure, para que el catequista pueda trabajar la tierra y ganarse el sustento. En Bilalu antaño había muchas familias católicas, más aún, descubrí que mi misión se llamaba al principio San Francisco-Bilalu, como atestiguan los libros de Bautismos de finales del siglo XIX que tengo en mi casa, por lo que tal vez fue en foco original, y luego el centro de la misión se desplazó a Lagarba, donde vivo y está la iglesia principal. Pero al no haber allí en Bilalu presencia del sacerdote, la fe se fue apagando, y ahora el pueblo católico está en los mínimos. Por lo tanto, este envío del catequista es como una jugada estratégica, sacar una familia de su zona de Gobenti y ponerla ahí en Bilalu como colonos. Tuve esta inquietud desde que fui nombrado párroco en Lagarba, hace cinco años, cuando visité una de las primeras veces esta zona de Bilalu y me contaron que hace un par de décadas todavía había unas treinta familias católicas, pero que ahora sólo quedaban cuatro, muy mayores, y me dio una pena enorme, que estuviéramos allí al borde de la extinción. Porque no es que la zona haya quedado despoblada, todo lo contrario, la población general, y los musulmanes en particular, han aumentado mucho allí. Antes de la Pascua, en un par de semanas, tendremos a este buen hombre, Gezahagn, viviendo allí, y es ciertamente un motivo para congratularnos. Tampoco es que yo confíe en los meros medios humanos, en las estrategias, en poner a una persona aquí o allá, porque además la fe no funciona así. Pero la presencia de testigos es clave, y no es lo mismo dejar un sitio histórico abandonado y visitarlo sólo una vez al año, que facilitar un flujo constante de visitas, y la mujer de Gezahagn o alguno de los niños siempre estarán en casa, para dar la llave a cualquiera que quiera entrar a rezar, y dar calor al lugar. Sabéis que amo mucho a los musulmanes, y no los siento como enemigos, y eso que algunos aquí nos han hecho algunas jugarretas, o son suspicaces si creen que ayudo más a los cristianos que a ellos, pero he venido a anunciar a Cristo, y al tratar con ellos, entre los cuales tengo muchos amigos, es como si quisiera decirles, "si conocieras el don de Dios..." (Cfr. Jn 4, 10). En la historia de la expansión del Islam, como en todas las corrientes culturales, políticas y religiosas, ha habido distintas épocas, de decadencia y resurgimiento, de desgaste y renovación. Cuando llegaron aquí los PP. Capuchinos en 1891, el Islam estaba en una época de declive, pero ahora, en las últimas décadas, se han hecho fuertes, y son muy numerosos. Y, por mí, todo sirve para bien de los que aman a Dios (Rm 8, 28), porque de no haber sucedido así yo no vería la magnitud de la misión que Dios me ha dado. Una cosa que he aprendido viviendo entre una mayoría musulmana es que la evangelización directa no la hacemos tanto los curas y monjas, cuanto las familias cristianas. En todo país, pero especialmente en los lugares donde prevalece el Islam, son esenciales las familias cristianas, su presencia, su crecimiento, la calidad de su cultura y de su amor, el testimonio y la intensidad de una comunidad que estudia la Palabra y se reúne para la Eucaristía.

Procuro ir allí a celebrar Misa a Bilalu por lo menos una vez al mes, el día 6 de cada mes etíope, pues el 6 es el día de san Antonio, todos los meses. Todos los católicos de Lagarba están muy ilusionados con esta novedad, el tener una familia joven viviendo allí, y cuando vayan al mercado de Rabsu los martes pueden pasar a la capilla de Bilalu, que está muy cerca, y descansar con esta familia, y hacer una oración al santo, o incluso quedarse a dormir. La fiesta anual, el 13 de junio, que aquí siempre cae en el 6 del mes de Sene, es muy bonita. Vienen coros de las parroquias vecinas de Dhebiti (a dos horas de camino) y de Edjefara (a cuatro horas de camino). O sea que ese día los jóvenes y algunos más que tienen hecha alguna promesa se pegan el madrugón para llegar a misa a las ocho de la mañana, y al terminar la misa se hace una mini-procesión del Corpus dando tres vueltas a la capilla con el Santísimo en la custodia, como paraguas cubiertos de terciopelo de colores, los jóvenes vitoreando y cantando con tambores, y el estandarte con la imagen del santo. Para finalizar, todos nos sentamos en la hierba, se bendice el pan que traen y un brebaje de cebada fermentada, y comemos juntos.

Pedid a San Antonio, como hago yo todos los días, para que el pueblo recupere la ilusión y el vigor de la fe. La fe es lo que siempre me ha movido a mí a salir de mí mismo, a compartir lo que tengo, a sonreír, amar y perdonar.

Por ahora es bastante, os encomiendo a nuestro Señor, pedid por mí en el altar.

Abrazos,


P. Paul Schneider 

28 de marzo de 2023

Un Vía Crucis para niños misioneros



Con el objetivo de acercar la Pasión del Señor a los más pequeños, el Secretariado de Infancia Misionera pone a disposición de todos los agentes de pastoral y de los mismos niños el Vía Crucis para niños misioneros, uniendo oración, ilustración y emoción. Se trata de un material gratuito que, en esta cuaresma, pretende llegar a los colegios y parroquias que deseen utilizarlo. Con oraciones y teniendo muy presentes a todos los niños del mundo, los más necesitados y a los misioneros que les acompañan, el Vía Crucis recorre con este corazón abierto a los demás las 14 estaciones o momentos de la Pasión de Jesús. Desde que fue condenado a muerte, hasta su sepultura. Además, el material ha sido ilustrado por Pablo Rosendo, el ilustrador de cabecera de la revista Gesto.

Un material adaptado a los niños de 6 a 12 años que intenta hablar al corazón de los pequeños para hacerles comprender el increíble amor que Jesús siente por cada uno de ellos. Mostrar que, con su oración, se unen al sufrimiento de Jesús y al de todos los niños del mundo. Cuando rezamos el Vía Crucis, Jesús nos invita a cambiar nuestro corazón para amar como solo Él sabe amar. Nos invita a ser niños misioneros.

Cada estación comienza con una jaculatoria, después escuchamos un pasaje del Evangelio, un texto bíblico o histórico y una pequeña meditación. La estación termina con una oración y la petición final. Entre la meditación y la oración es bueno hacer un momento de silencio. Además, entre una estación y otra, podemos escuchar la canción correspondiente a cada uno de los pasos en el álbum “Pasión” de Hakuna.

En definitiva, una herramienta para celebrar la pasión de Jesús durante la cuaresma con los más pequeños.

17 de marzo de 2023

EL MISIONERO ANTONIO SOLER PIDE AYUDA DESDE MOZAMBIQUE PARA SANAR A CUSTODIO

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Soler nos cuenta desde su misión de Mozambique la historia de Custodio, un joven africano de 22 años, deportista y estu-diante, que sufrió  un accidente el 17 de julio de 2022 y desde ese día está ingresado en el Hospital Central de Maputo. 

El P. Antonio explica que “al regreso de la fiesta de clausura de la visita pastoral este joven sufrió un accidente de tráfico en el que hubo tres fallecidos y casi una veintena de heridos. Cus-todio sufrió varias fracturas y una herida en el abdomen”.

 Necesita ser operado en Madrid porque se trata de una opera-ción muy complicada y en aquellas tierras no tienen las condi-ciones necesarias para esa operación. 

“Perdió una  tibia a causa de una infección y el fémur está par-tido. Necesita una prótesis y también recolocar el fémur con unos hierros. Una operación difícil que aquí no se puede reali-zar” relata el sacerdote diocesano.

 El presupuesto del Hospital La Paz es de 6.103 euros. 

Desde Maputo solicitan la ayuda de todos para hacer realidad la operación y la curación de este joven que lleva postrado desde hace nueve meses en una cama del hospital.

 “Queremos que vuelva a caminar  y con la ayuda de todos qui-zá pueda conseguirlo y recuperar su vida. Aunque sabemos que va a ser muy difícil” asegura Soler.

 Todas las ayudas se canalizarán a través de la cuenta de la Asociacion de Ayuda al Desarrollo, sin ánimo de lucro, Mafa-vuka: ES80 0081 0283 4000 0207 0515.


DIOCESIS DE GETAFE

3 de marzo de 2023

5 de marzo, Día de Hispanoamérica con el lema, «Hermanos en la fe»

 


Con el lema «Hermanos en la fe» la Iglesia celebra el domingo 5 de marzo el Día de Hispanoamérica. Una jornada para recordar especialmente a los sacerdotes españoles que han salido de sus diócesis de origen para colaborar con la Iglesia católica en Latinoamérica. Estos sacerdotes se agrupan en la Obra para la Cooperación Sacerdotal Hispanoamericana (OCSHA).

Los sacerdotes de la OCSHA también hacen posible su tarea a través de la ONG «Misión América».

Materiales para celebrar el Día de Hispanoamérica

La Comisión Episcopal para las Misiones y Cooperación con las Iglesias ha editado los materiales para esta jornada:

Mensaje del Presidente de la Pontificia Comisión para América Latina

Como cada año, el presidente de la Pontificia Comisión para América Latinacardenal Marc Ouellet, firma una carta dirigida a Mons. Francisco Pérez González, presidente de la Comisión Episcopal para las Misiones y Cooperación con las Iglesias, y a todos los sacerdotes, religiosos, religiosas y laicos españoles que trabajan como misioneros en tierras latinoamericanas.

El Día de Hispanoamérica, resalta el cardenal en este escrito, «es un momento particular que nos ayuda a cobrar conciencia de todo el bien recibido, tanto en el «nuevo mundo» como en España, a través de la acción evangelizadora de la Iglesia durante cinco siglos«. Un bien que «se experimenta tanto en los evangelizados como en los evangelizadores» porque «la experiencia misional frecuentemente nos enseña que el evangelizador resulta evangelizado de manera sorprendente y por las vías más inesperadas«.

Para el cardenal OuelletHispanoamérica «es una experiencia providencial» que «muestra de manera pluriforme que una misma fe transforma, purifica y eleva a los más diversos pueblos«. Una experiencia que «tiene muchos elementos y riquezas» entre los que destaca «la fraternidad peculiar entre personas, familias y comunidades que nace tras la evangelización del nuevo mundo».

«En efecto, -continúa- sin caer en un fácil optimismo antropológico o cultural que pudiera presentar a Hispanoamérica como lugar de realización de una fraternidad sin mácula, el hecho histórico es que la evangelización inculturada de los más pobres y marginados permitió en el siglo XVI que los grupos que se encontraban heridos y antagonizados iniciaran un proceso lento —insisto, jamás perfecto— de reconciliación social y mestizaje».

También señala que «la lógica de la espada fue como corregida y reorientada por el testimonio de muchos de los primeros evangelizadores y, principalísimamente, por la milagrosa aparición de la Virgen santa María de Guadalupe a san Juan Diego en el cerro del Tepeyac en 1531«. Y añade, «el anuncio explícito de Jesucristo a través de la milagrosa imagen y del relato que conocemos como Nican Mopohua, se realizó en clave de misericordia, de acogida, de verdadero abrazo a todos, sin excepción. Indígenas y españoles cayeron de rodillas ante una maternidad común que los hermanó y los reconcilió sorprendentemente«.

El cardenal cardenal Ouellet recuerda la iniciativa del papa Francisco de realizar un «novenario intercontinental guadalupano», en el que las Iglesias particulares del continente americano, de Filipinas, de Portugal y de España sean invitadas a descubrir en Guadalupe un camino educativo para la conversión del corazón, la inculturación del evangelio, la redignificación de la mujer, la opción preferencial por los más pobres y el significado verdadero de la sinodalidad como dimensión dinámica de la comunión eclesial«.

La Comisión Episcopal para las Misiones y la Cooperación con las Iglesias de la Conferencia Episcopal Española, al escoger como lema del Día de Hispanoamérica la expresión Hermanos en la fe, «no podría insertarse mejor en esta dinámica de preparación jubilar».

El escrito termina invocando a la Virgen Santa María de Guadalupe para que «nos regale la gracia de un corazón abierto y generoso para poder vivir como hermanos reconciliados y para sanar cualquier forma de fractura en nuestras familias y en nuestras sociedades».

En datos

Actualmente hay 157 sacerdotes que han salido de sus diócesis para unirse a la Obra para la Cooperación Sacerdotal Hispanoamericana (OCSHA) en 19 países de América Latina. Perú es el país con mayor número de sacerdotes españoles, 44. Este último año un sacerdote de Córdoba ha iniciado su labor pastoral en Moyobamba (Perú) y otro de Toledo en Maldonado-Punta del Este-Minas (Uruguay).

5 de estos sacerdotes han celebrado sus bodas de oro y 4, las de plata. También ha celebrado sus bodas de plata episcopales un obispo español que ejerce su ministerio en América Latina.

 https://www.conferenciaepiscopal.es/dia-de-hispanoamerica-2023/

En la Diócesis de Getafe contamos con dos sacerdotes en Chile y Honduras, 6 laicos, una consagrada y 39 sacerdotes hispanoamericanos colaborando dentro de nuestra Diócesis. 

Todos Hermanos en la Fe 

Colaborad ES41 0049 5814 4423 1602 0709

2 de marzo de 2023

Abiertas las inscripciones para el campamento de Infancia Misionera

 

Desde hoy, 1 de marzo, niños de 3º a 6º de primaria pueden inscribirse al Campamento de Infancia Misionera. Esta segunda edición vuelve de nuevo a la localidad de nacimiento del patrón de las misiones, Javier, en Navarra, y se desarrollará del 25 de junio al 2 de julio.

El campamento de Infancia Misionera es la oportunidad perfecta para aprender a vivir como auténticos misioneros. La entrega, la amistad, el amor, la alegría, la transmisión, salir de uno mismo y vivir para los demás… Una semana para aprender a ser pequeños misioneros mediante juegos, excursiones a lugares mágicos, oraciones, veladas, testimonios… Además será en un entorno natural impresionante que permitirá desarrollar muchas actividades al aire libre. Los monitores de dicha actividad son titulados en tiempo libre, salud y actividades con menores y poseen una amplia experiencia. Además, muchos de ellos han vivido experiencias de misión en África, América o Asia. En 2022 ya celebramos este campamento y salió todo tan bien que Infancia Misionera de España ha apostado por dar continuidad a esta actividad.

El lugar es inmejorable, el Castillo de Javier, cuna del patrón de las misiones. Un castillo que será la ambientación central del campamento y que nos ayudará a conocer mejor la figura de San Francisco Javier. Los acampados pernoctarán en el centro diocesano Javier, un lugar muy cómodo y seguro para pasar una semana inolvidable.

Inscribirse es bien fácil. Solo hay que entrar en www.infanciamisionera.es y buscar la pestaña Campamento 2023. Descarga la documentación (ficha de inscripción y ficha sanitaria). Realiza el ingreso o transferencia en la cuenta bancaria y entrega en tu Delegación de Misiones la documentación y el justificante de pago. Únicamente hay 50 plazas para el campamento.

23 de febrero de 2023

Fallo del jurado del X Concurso Nacional de Infancia Misionera

Cerca de 2.000 niños de 34 diócesis españolas han participado en la 10º edición del Concurso Nacional de Infancia Misionera. Este certamen, dirigido a niños de 1º a 6º de Primaria, busca que los niños aprendan el espíritu misionero, y expresen con creatividad el lema de la Jornada que se celebra de forma simultánea al concurso (en esta edición “Uno para todos y todos para Él”). Tras el fallo del jurado, los vencedores recibirán sendas tablets y suscripciones anuales a la revista misionera para niños Gesto, y podrán participar en el concurso mundial de dibujo de Infancia Misionera. Los segundos y terceros recibirán auriculares bluetooth.

Por décimo año consecutivo, Infancia Misionera ha organizado un concurso nacional infantil, con el objetivo de que los niños trabajen con creatividad algún aspecto de la vida misionera. En esta ocasión, el concurso era de dibujos, y en ellos los pequeños tenían que mostrar el lema de la Jornada de este año “Uno para todos, todos para Él”.

Cerca de 2.000 niños han participado en este concurso en una primera fase diocesana, abierta hasta el día posterior a la Jornada (16 de enero). Después, los 77 mejores dibujos pasaron a la fase nacional. El jurado nacional ha sido constituido por Begoña Díez -delegada diocesana de misiones de Jerez, miembro del secretariado de Infancia Misionera e ilustradora-; Tomás de Zárate -Ilustrador profesional- y Sergio Cánovas, director de la plataforma SuperGesto y profesor de Religión.

“Hemos valorado prioritariamente la calidad, la técnica, la destreza para el dibujo”, explica Sergio Cánovas. Pero no ha sido lo único, también se ha valorado la capacidad para expresar el lema de la Jornada de este año, y la alegría. “Es diferencial la alegría que transmiten algunos dibujos”.

Por su parte, Begoña Díez afirma que “participar en el concurso de Infancia Misionera es mucho más que participar en un simple concurso, porque ayuda a los niños a entender la importancia de rezar unos por otros, no importa el lugar del mundo en el que estén”. Y subraya “les ayuda a sentirse misioneros, porque ser misionero es expresar lo que Dios ha hecho en tu vida”.

Dibujo ganador categoría 1

CATEGORÍA 1: (niños de 1º a 3º de Primaria)

1er clasificado: Lucía Prieto. León

2º clasificado: Clara Ramos. Zamora

3º clasificado: Alicia Gutierrez. Mérida – Badajoz y Candela Campos. Huelva. Ex aequo.

Dibujo ganador categoría 2

CATEGORÍA 2: (niños de 4º a 6º de Primaria)

1er clasificado: Naiara Moreno. Palencia

2º clasificado: Candela Poyatos. Cuenca

3º clasificado: Joel Esteban. Zamora

Conoce los demás dibujos premiados