Pastoral, Hogar de ancianos en Gorbea |
Mi nombre es Pablo , tengo 36 años -37 en breve- y soy sacerdote de la diócesis de Getafe. En la actualidad trabajo –enviado por Don Joaquín, mi Obispo- como Director Espiritual en el Seminario Mayor de la diócesis de Villarrica, en el Sur de Chile. Un lugar precioso donde los haya.
Villarrica (Chile) |
Hace tres meses que estoy aquí y la verdad es que se me han
pasado “volando”, que es como se pasa el tiempo cuando se hace lo que Dios
quiere.
Mi trabajo se centra en la formación de los futuros
sacerdotes, principalmente en la dimensión espiritual. En la actualidad hay 13
seminaristas en nuestro seminario, 7 de Villarrica, 3 de Osorno, 2 de Puerto
Montt y uno de Chiloé, que son algunas de las diócesis del sur del País. Presto
atención espiritual, retiros y también
doy clases en tres cursos. También colaboro en el Seminario Menor y en el Liceo
anexo, tanto en la formación espiritual de los alumnos como de los profesores.
Pablo y coro de la Comunidad |
Los fines de semana suelo colaborar en alguna parroquia de
la zona, celebrando la Eucaristía en algunas comunidades rurales, algunas de
ellas muy humildes, pero de gente muy buena. Esto es tremendamente
enriquecedor, porque se da uno cuenta de la suerte que tenemos en España de
tener tantas Parroquias y tantas misas y oportunidades de vivir los
sacramentos. Aquí los que tienen suerte tienen misa una vez al mes. Por eso es
gente muy agradecida y su alegría al recibirte es grande. Se palpa su necesidad
de Dios, que muchas veces es mayor que la de otras cosas… viven con pocas
cosas, han aprendido a vivir así… nosotros en España ahora estamos aprendiendo
a la fuerza. Pero es genial ver como llegan a la Capilla dispuestos a celebrar
de verdad, primero la misa, pero luego muchas veces comparten una pequeña
merienda, se ven y hablan un rato. Hacen verdadera comunidad.
También tengo oportunidad de visitar algunas religiosas de
algunos monasterios de clausura y ofrecerles atención espiritual también a
ellas.
Capilla recién estrenada con muchos sacrificios |
La experiencia está siendo maravillosa, aunque a veces
cuesta un poco la distancia, sobre todo de la familia, aunque con los medios actuales
se hace más fácil. Causan admiración los sacerdotes alemanes, varios de ellos
capuchinos, que desde hace más de 40 años viven aquí entregando su vida. Muchos
vinieron sin saber si volverían a ver a su familia y a aprender un idioma que
desconocían… un testimonio precioso de fidelidad a Cristo que se agradece
mucho.
Acabo estas palabras diciendo que estoy muy feliz, que
realmente no hay nada mejor que seguir a Jesús y que realmente tengo que dar
muchas gracias a Dios por el regalo de ser sacerdote. Le doy también las
gracias a don Joaquín –que me ha enviado- y a Don Francisco Javier –que me ha
recibido- por su confianza en mi.
Y a quien me lea hoy… solo puedo decirle: si escuchas su voz
que te llama a seguirle, ¡no tengas miedo!, ¡Confía!, el Corazón de Jesús es el
amigo que NUNCA FALLA.
Os bendice desde Chile + Pablo
QUE EL SENOR TE GUARDE. SALUDO DESDE COSTA RICA.
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