Desde Villarrica (Chile) nos llega el primer testimonio que durante un mes van a tener estos jóvenes misioneros de la Diócesis de Getafe.
"Hola!
Mi nombre es Roberto Chachero y soy uno de los 20 misioneros que durante el mes de Julio está realizando la misión en el pueblo de Villarrica (al sur de Chile).
En estos primeros días, mientras nos hemos ido acomodando, hemos tenido la oportunidad de ayudar en dos comedores sociales que tiene el pueblo, en los que varias personas asistían a comer cada día y en el que, gracias al trato que reciben de las cocineras, se sienten como en una auténtica familia.
Hablando con las personas que lo visitan, encontramos diferentes historias de conversión, desde un hombre, Hugo, que dejó su vida pasada de drogas y sintió como la Misericordia de Dios le perdonaba su vida pasada y le daba una nueva oportunidad, hasta personas que recorren el pueblo de punta a punta para llegar a ver, cada día, a aquellas personas que le cuidan, como el caso de Marcelo, y poder tener un plato de comida caliente, en el duro invierno chileno.
Ellos nos enseñan que, en la vida, necesitamos grandes esfuerzos y renuncias para poder vivir, de verdad tal y como nos pide Dios, y nos ayudan a que reconozcamos en nuestra vida la presencia de Dios, de quien procede todo el alimento que recibimos, y nunca dejemos de rezar al buen Dios.
Hemos sido enviados a dar a conocer a Cristo, y le conoceremos sirviendo a los demás.
La próxima semana visitaremos el poblado mapuche de Lican Ray, donde continuaremos con la misión visitando casa por casa a las personas e invitando a momentos de oración y a la Eucaristía, principal momento de nuestro día a día."
Un saludo.
Roberto Chachero
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