Desde Chile, nos llegan más testimonios de los jóvenes que están en estas fechas, experimentando el día a día la labor misionera.
Este es el caso de Elena. Con un gesto sencillo, ayudando a los más necesitados, reciben mucho más de lo que dan.
"Repartiendo alimentos con Jorge, hemos ido en coche a repartir comida y pancito. Un pequeño gesto como tomar el pancito de la bolsa, dignifica al ser humano en su valiosa existencia.
Estamos muy agradecidos de poder realizar esta labor y recibir tantas sonrisas y cariño".
Delegación de Misiones y Delegación de Juventud
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